LEYENDA DE LA CUEVA DEL TÍO MARCELINO, de Secundina Ruiz

 

El Ayuntamiento de Tudanca tiene cuatro pueblos: Tudanca, La Lastra, Santotis (en este está el Ayuntamiento) y Sarceda. Pasando Santotis, sin llegar a La Lastra, está la Cueva del Tío Marcelino. Es una cueva grande por donde sale abundante agua. Yo recuerdo que Burgos, el panadero de La Lastra, iba muchos días a pescar truchas dentro de la cueva.

En 2006 y 2007 mi hijo Francis estuvo explorando la cueva con un espeleólogo que se llamaba Jose. La cueva mide aproximadamente 684 metros, y su agua baja a juntarse con la del río Nansa.

Por encima de La Lastra está Peña Sagra que se alarga hasta San Sebastián. Mi madre me contaba la leyenda de una familia de San Sebastián que un verano, mientras hacían la hierba en un invernal de la falda de Peña Sagra se echó la tarde. El padre le dijo a la hija que fuera a por los bueyes que tenía paciendo. La chica salió en busca de ellos, pero vino una niebla muy espesa y muy oscura, de las que se suelen dar por allí, y ya no volvió.

Dicen que en Peña Sagra hay un pozo que a veces retumba, suena un zumbido muy lejano y es aviso de que va a haber temporal, y que siempre acierta. Allí, dicen, aparecieron los cuernos de los bueyes, y en la cueva del Tío Marcelino, en la orilla, entre la arena, encontraron una gargantilla que era la que llevaba la chica cuando desapareció.

Así lo contaba mi madre.

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