ESPOLEÁS. LA RECETA DE LA ABUELA, de Manuela Augusto

—Niñas hoy vamos a hacer espoleás como las hacía la abuela !Uyyy, si os cuento lo ricas que estaban!, sabían a gloria

!Ayyyyy mi madre!... suspiraba la mía. Y seguíamos con receta e historias

—Venga! vamos a sacar la harina, el azúcar, la matalauva. Ve pelando una naranja, pero solo la parte naranja que lo blanco amarga. Sacad el aceite pero el bueno, el fino!

Ayyyy mi madre...

—Venga! ahora vamos a rehogar la matalauva y la cáscara de naranja, y cuando tueste un poquito lo colamos. Ve tostando la harina pero con cuidado que no se queme... que si no amarga! Ahora vamos a echarle el aceite que ya está templadito. ¡Tó a la vez nooooo! poco a poco para que no se hagan grumos. Ahora la leche, poco a poco! no te pases de cantidad, para que no se queden muy líquidas. Hay que dejarlas como unas natillas espesitas!.


Ayyyy mi madre! Mi pobre madre... ¡Cuánto luchó! Cuánto...

Como no había que comer se iba a los campos y cogía cebada, y las desgranaba -así, así- entre las manos, frotándola, y después la molía en el mortero, muy bien molida!

Qué manos tenía mi madre!

Ayyyy mi madre...

—Niña el azúcar que no se nos olvideeee! Échale una tacita de las pequeñas, que si no se quedan empalagosas como le eches más!


Antes le echamos azúcar morena que era más barata. La blanca era para ocasiones especiales, o pá los ricos! Ahora le echamos azúcar blanca a todo, y es más barata que la morena!

—¿Cómo va eso? ¡No dejes de darle vueltas que se queman! Vamos a probarlas. Ea! Espesitas. dulces y con el sabor a anís y naranja. Sacar los cuencos y llenarlos. Esperar a que se templen para echarles un poquito de canela, que le da un saborcillo muy rico!¡Ea! ¡listo! ¡Venga! ¡Ahora a recoger!


Ayyyy mi madre... ¡Que me acuerdo de ella!

Si estuviera aquí con mis niñas... ¡que contenta estaría!

Y entre suspiros, recuerdos y recetas, el cariño infinito de una tarde con mamá.

Comentarios